Acerca del artículo

Autor :

Muhammad ibn Saleh al-Othaimeen

Fecha :

Mon, Aug 22 2016

Categoría :

Moral y Ética

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Algunos modales Islámicos


Algunos modales islámicos
] Español – Spanish – إسباني [

 


Muhammad ibn Salih Al-Uzaimin

 

 


2011 - 1433
 

 

﴿ من الآداب الإسلامية ﴾
« باللغة الإسبانية »

 

محمد بن صالح العثيمين

 

 

2011 - 1433
 

 


Primer Jutba:
Alabado sea Al-lah que completó Su gracia sobre nosotros y perfeccionó nuestra religión, legisló para nosotros todo tipo de actos de adoración para así acercarnos al Señor del Universo. Y atestiguo que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Al-lah, Único, sin asociados, el Más Generoso de todos; y atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero, el favorecido sobre los demás Mensajeros, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, con su familia y compañeros, y con todos aquellos que sigan su guía hasta el Día del Juicio final.
Procediendo:
¡Hermanos musulmanes! Teman a Al-lah, y sepan que es muy recomendable para cada persona el dar caridad por cada una de sus articulaciones, pero no es una caridad restringida solamente al dinero, sino que cualquier palabra o acción que sirva para acercarse más a Al-lah es caridad. Se reporta en Bujari y Muslim, que el Profeta que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él dijo: “Por cada articulación que tiene la persona debe ofrecer una caridad, cada día que salga el sol”; después aclaró los diversos tipos de caridad, dijo: “Hacer justicia entre dos personas es caridad, ayudar a alguien a montarse a su medio de transporte o ayudarle a cargar sus pertenencias sobre ello es caridad, una buena palabra es caridad, cada paso con dirección a la mezquita es caridad, retirar los obstáculos o impurezas del camino es caridad”.
Vemos que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dispuso que hacer justicia entre dos personas es caridad, quien juzgue con justicia entre dos personas o sea la causa de su reconciliación ha hecho una caridad, ser justo con sus hijos es caridad, tratar con justicia a las esposas es caridad. Del mismo modo, el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, estableció que incluso ayudar a alguien a montarse a su medio de transporte es caridad; así pues, quien encuentre a alguien teniendo dificultades para subir sobre su montura y le ayuda a ello, esto es caridad, igualmente si encuentra a alguien que no puede cargar sus pertenencias sobre su montura y le ayuda –ya sea agarrando su montura o cargando sobre ella sus pertenencias– esto es caridad; y el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él dispuso que una palabra buena es también caridad.
Una palabra buena comprende todo acto que acerque a Al-lah, Glorificado sea, ordenar el bien es caridad, prohibir el mal es caridad; toda glorificación (Subhan Al-lah), declaración de la unicidad de Al-lah (la ilaha ila Al-lah) y su engrandecimiento (Al-lahu Akbar) es caridad; enseñar un conocimiento beneficioso es caridad, empezar el saludo y responderlo es caridad. Asimismo, el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, estableció que todo paso que se haga con dirección a la oración es caridad, y cuanto más lejos esté el lugar para la oración, más son las caridades, esto es parte de la gran recompensa que tiene rezar en las mezquitas.
Del mismo modo, el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dispuso que retirar los obstáculos del camino es caridad; por ello, apartar una piedra, rama con espinas, hueso o cualquier objeto que moleste a los musulmanes en sus caminos es caridad por la que se recibirá recompensa. Se reporta en un hadiz auténtico de Abu Hurairah, que Al-lah esté complacido con él, que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Un hombre que iba caminando encontró una rama de árbol en mitad del camino, y dijo: ‘Por Al-lah que apartaré esta rama del camino para que no dañe a los musulmanes’, por esta obra se ganó el Paraíso”. En otro reporte dice: “He visto a un hombre disfrutar en el Paraíso, yendo de un lugar a otro, gracias a que retiró una rama en medio del camino y que molestaba a la gente”; y en otro reporte: “Mientras un hombre caminaba encontró una rama con espinas en el camino y la apartó, Al-lah lo recompensó por esto y lo perdonó”. Y el “apartar un obstáculo” abarca toda acción que conlleve a facilitar el tránsito de personas por los caminos, ya sea arreglando los que están dañados o apartando todo aquello que los pueda dañar o perjudicar. Así que todo aquel que colabore con su esfuerzo o con su dinero, realmente ha hecho un gran bien; y si además de esto lo hace buscando con ello la complacencia de Al-lah y beneficiar a Sus siervos, Al-lah hará que se le recuerde con las mejores palabras y le tendrá preparada una gran recompensa el Día del Juicio.
Le pido a Al-lah que nos haga de aquellos que se apresuran a hacer el bien y colaboran en todos los proyectos beneficiosos y humanitarios, tal como Le pido que nos ayude a hacer nuestras obras con el único objetivo de agradarlo y sean acordes a Su complacencia; ciertamente Él está cerca de Sus siervos y responde a sus súplicas. Me refugio en Al-lah de satanás, el lapidado, dice Al-lah en el Corán: {En muchas de las conversaciones secretas no hay ningún bien, salvo que sean para realizar una caridad, una buena acción o reconciliar a los hombres. A quien haga esto anhelando complacer a Al-lah, lo agraciaremos con una recompensa grandiosa} [Corán 4:114].
Que Al-lah, Glorificado sea, nos bendiga con lo que leamos y entendamos del Corán, y nos beneficie con la compresión de Sus sabios signos.
    Le pido a Al-lah, Glorificado sea, perdón por nuestras faltas. Háganlo ustedes también.

Segundo Jutba:
Las alabanzas son para Al-lah, tan numerosas como Él ha ordenado. Le agradezco, pues ha decretado el aumento de bendiciones para quien sea agradecido. Y atestiguo que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Al-lah, Único, sin asociados, aunque ello disguste a los asociadores e incrédulos; y que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con el Mensajero de la guía, Muhammad Ibn Abdullah, su familia y buenos compañeros.
Procediendo:
¡Hermanos musulmanes! Teman a Al-lah, Alabado sea, y sepan que en cuanto a modales, la gente está clasificada en dos tipos: unos tienen los mejores y más bellos modales, los cuales ha ordenado e instado el Islam; y otros tienen los peores y más detestables, los cuales esta religión ha prohibido y advertido.
Entre los buenos modales se encuentra la benevolencia y obediencia a los padres, ya sea con las palabras o las acciones, tanto si están vivos como después de su muerte; y una forma de ser benevolentes con ellos después de su muerte es suplicar a Al-lah por ellos y pedirle que los perdone, así como cumplir con las promesas o pactos que tengan pendientes, visitar a sus familiares y honrar a sus amigos.
Es parte también de los buenos modales el mantener los vínculos de parentesco, visitándoles, siendo benevolentes y amables con los parientes, ofreciéndoles aquello que necesiten y hablándoles con las mejores palabras, ya que a quienes cuidan los vínculos de parentesco Al-lah los protege, y a quienes los cortan Al-lah los olvida.
Igualmente, es parte de los buenos modales el buen trato a los vecinos, honrándolos, usando buenas palabras con ellos, ofreciéndoles regalos, dándoles caridad si son pobres, puesto que el Ángel Gabriel estuvo insistiendo al Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, en el buen trato hacia los vecinos hasta el punto que el Profeta pensó que los incluiría como herederos. Y el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, le dijo una vez a su compañero Abu Dhar, que Al-lah esté complacido con él: “Si cocinas algo de caldo, añade agua extra. Luego piensa en las familias de tu vecindario y envíales un poco a ellos”.
Otro de los modales islámicos es difundir el saludo, decirle al hermano musulmán: “As Salamu ‘Alaikum”, tratando de que lo escuchen también quienes están lejos, aunque se tenga que repetir tres veces si hace falta; quien responde el saludo tiene que decir: “Wa ‘Alaikum Salam” en vez de abreviarlo a “hola”, “buenas”, “¿qué tal?”. La Sunna nos indica que el pequeño saluda al mayor, la minoría a la mayoría, el que está montado al que está caminando, y el que está caminando al que está parado; y el mejor ante Al-lah es quien empieza el saludo.
Y de los grandes modales está lo que ordenó el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, a su comunidad (Umma) sobre los derechos que tienen unos sobre otros; les ordenó siete cosas: visitar al enfermo, seguir el cortejo fúnebre, decirle “Iarhamukal Lah” al que dice después de estornudar “Al Hamdu lil-lah”, auxiliar al débil, ayudar al oprimido, difundir el saludo y ser complaciente con el juramento que hace tu hermano sobre ti (por ejemplo, que él diga: “Juro por Al-lah que me contarás lo que te ha sucedido”, es recomendable en casos así tratar de cumplir su juramento –siempre y cuando no conlleve a cometer algo ilícito–).
Asimismo, es parte de los buenos modales el ser afable, sonreír a los hermanos, saber perdonar, no sentir rencores por los hermanos ni odios ni envidias, para que así haya amor y respeto entre todos. También, en campo del comercio, es recomendable ser tolerantes al vender, comprar, pedir y pagar un préstamo, cumplir con las condiciones que se han establecido –siempre que sean permitidas–, y alejarse de cualquier tipo de engaño para anular las condiciones.
Hay que ser educado también al comer y beber, decir “Bismil-lah” al empezar a comer o beber, alabar a Al-lah (Al Hamdu lil-lah) al terminar, comer y beber, y hacerlo con la mano derecha, ya que quien come o bebe con su mano izquierda se asemeja a los demonios. Me refugio en Al-lah de satanás, el lapidado: {Al-lah ordena ser equitativo, benevolente y ayudar a los parientes cercanos. Y prohíbe la obscenidad, lo censurable y la opresión. Así os exhorta para que reflexionéis. Cumplid vuestro compromiso con Al-lah. No quebrantéis los juramentos después de haberlos realizado, habiendo puesto a Al-lah como testigo. Al-lah bien sabe cuánto hacéis} [Corán 16:90-91].
Le pido a Al-lah, Alabado sea, que nos embellezca con los mejores y más correctos modales, que nos facilite con Su gracia cumplir con todo lo que ha ordenado y con los actos voluntarios, que nos has haga morir declarando la unicidad de Al-lah, Glorificado sea, y nos proteja del politeísmo, la opresión y el pecado, ciertamente Él es Magnánimo, Generoso, Indulgente y Misericordioso.
Pidan bendiciones por el Profeta Muhammad, tal como Dios se los ordena: {Ciertamente Al-lah y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pidan bendiciones y paz por él}; y dijo el Profeta Muhammad, sal-lahu ‘alaihi wa sal-lam: “A quien pide a Al-lah, Glorificado sea, una bendición para mí, Al-lah lo recompensa por esta acción con diez bendiciones”.
¡Oh Al-lah! Da bendiciones y paz a nuestro Profeta Muhammad, a sus familiares, a todos sus discípulos y a quienes sigan su guía de buena manera hasta el Día del Juicio. ¡Oh Al-lah! Da tu complacencia a todos los discípulos de Tu Mensajero, de quienes fueron destacados Abu Baker, Omar, ‘Uzman y ‘Ali. Complácete también con todos los seguidores de estas nobles personas, quienes siguen su guía hasta el Día del ajuste de cuentas, y con nosotros los presentes, pues Tú eres en verdad el más Clemente.
    ¡Oh Al-lah! Enaltece y dignifica al Islam y a los musulmanes, protégenos del mal de nuestros detractores, y líbranos de los problemas del encarecimiento de los productos, la propagación de enfermedades, de la usura y el interés monetario, del adulterio y la fornicación, de los terremotos, de las dificultades y las tribulaciones, y de la perversión y corrupción oculta y evidente.
¡Oh Al-lah! Perdónanos y perdona a nuestros hermanos creyentes que ya fallecieron, y no hagas que en nuestro corazón se encierre el desprecio y el odio por los que han creído en Ti como se debe. Tú eres el más Bondadoso y Misericordioso.