EL SENTIMIENTO DEL DOLOR

EL SENTIMIENTO DEL DOLOR

 

 Dios ¡Altísimo sea! dice en el Corán: “A quienes no crean en Nuestros signos les arrojaremos al Fuego. Siempre que se les consuma la piel, se la repondremos, para que sientan el castigo. Dios es Poderoso, Sabio.” Las Mujeres, 56.  Dios ¡Altísimo sea! dice en el Corán: “A quienes no crean en Nuestros signos les arrojaremos al Fuego. Siempre que se les consuma la piel, se la repondremos, para que sientan el castigo. Dios es Poderoso, Sabio.” Las Mujeres, 56.

Y dice También: “Se les dará[1] un agua muy caliente que los roerá las entrañas” Muhammad, 15.

[1] A los incrédulos.
 

 Realidad científica:

Antes de la era de los descubrimientos científicos, comúnmente se creía que la totalidad el cuerpo humano podía sentir el dolor. No se sabía que en la piel existen terminaciones neurotransmisoras de sentimientos y dolor, pero se descubrió que la piel era una parte muy importante, porque contenía un gran número de estas neuronas.

El Dr. Heads, S. clasificó la sensibilidad de la piel en dos grupos.

El Epicrítico, dedicado al sentido del tacto ligero y el sentimiento leve del calor.

El Protopático, dedicado al dolor y al cambio drástico de temperatura. Cada una de estas categorías funciona con diferentes unidades neuronales.

Asimismo, existen células especializadas en la detección de los cambios ambientales (receptores). Estos receptores se clasifican en cuatro clases:

   1.

      Células influenciadas por el ambiente exterior (receptores exteriores), dedicadas al sentido del tacto y que contienen los corpúsculos de Meissners y corpúsculos de Merkels.
   2.

      Los terminales de los bulbos Erause, dedicadas a sentir el frío.
   3.

      Cilindros de Ruffini, S., especializadas en la detección del calor.
   4.

      Terminales neurotransmisoras de dolor y calor. La piel es la parte más rica en estos terminales neurotransmisores. 

omistas han demostrado que una persona cuya piel ha sido completamente quemada no siente mucho sufrimiento debido al deterioro del los neurotransmisores del dolor, a diferencia de las quemaduras de segundo grado que causan mucho dolor ya que se estimulan los terminales de las neuronas al descubierto.

 Asimismo, los anatomistas han confirmado que el interior de los intestinos delgados no tiene receptores sensibles aunque, sin embargo, se encuentran en gran cantidad en la zona del mesenterio que se halla entre el peritoneo parietal y la capa externa de los intestinos. Dicho área contiene gran número de corpúsculos llamados Passini. El tamaño del peritoneo parietal es 20400 centímetros cúbicos, superficie similar a la de la capa externa de la piel.

 Los receptores del dolor y las demás unidades sensibles que se hallan en los intestinos son parecidos a  los hallados en la piel.

 

Naturaleza del milagro:

   1.

      Dios, Altísimo sea, nos pone de manifiesto, en el primer verso, que la piel es la parte que recibirá el castigo, lo que quiere decir que hay una conexión entre la piel y el sentimiento del dolor. El verso coránico nos dice también que cuando la piel es quemada (por ejemplo por Fuego) y  pierde su estructura y su función, el hombre no puede sentir el dolor. Sin embargo,  repondrá dicha piel con otra de estructura y función completas, donde los terminales de las neuronas –que sensibles al calor y al dolor de las quemaduras- vuelven a ejercer su papel, haciendo que este incrédulo sienta el castigo del Fuego. 

La ciencia moderna ha descubierto que estos terminales neurotransmisores sólo se encuentran en gran cantidad en la piel. Anteriormente a la invención del microscopio y el avance anatómico, ningún ser humano pudo saber esta realidad, a la cual alude el Corán hace 14 siglos… Con ello se demuestra la evidencia y claridad del milagro, y los signos de Dios ¡Altísimo sea ¡.

   2.

      En el segundo verso, el Corán amenaza a los incrédulos con castigarles royendo sus entrañas con agua muy caliente. El secreto oculto de tales amenazas ha sido solucionado sólo recientemente cuando los científicos descubrieron que el calor no afecta a los intestinos. Sin embargo, si estos se cortan, el agua hirviendo saldrá  hacia la parte del mesenterio, área rica en receptores  y terminales que transmiten el sentimiento de dolor al cerebro, y por tanto será entonces cuando la persona sienta intensos dolores. 

 En definitiva, las realidades de la medicina coinciden con este milagro científico del Corán.