¿Quién practica la poligamia?

¿Quién practica la poligamia?


Mary Ali

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La poligamia ha sido practicada por la humanidad durante miles de años. Muchos de los antiguos israelitas eran polígamos, y algunos tuvieron cientos de esposas. Se dice que el rey Salomón llegó a tener 700 esposas y 200 concubinas. Su padre, David, tuvo 99; y Jacobo, de quien descienden las tribus de Israel, tuvo cuatro[1]. Algunos hombres sabios judíos han aconsejado que ningún hombre debe casarse con más de cuatro esposas.

Ninguna de las primeras sociedades puso restricciones al número de esposas ni puso condición alguna sobre la forma en que debían ser tratadas. Tan recientemente como en el siglo XVII, la poligamia era practicada y aceptada por algunas sectas de la Iglesia Cristiana. Los mormones (Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) han permitido y practicado la poligamia en los Estados Unidos, incluso hoy en día.

La monogamia fue introducida en el cristianismo en la época de Pablo, cuando se llevaron a cabo muchas revisiones en las doctrinas cristianas. Esto se hizo para que la Iglesia se adaptara a la cultura grecorromana dominante, en la que los hombres eran monógamos pero tenían muchas esclavas a quienes utilizaban libremente: En otras palabras, ellos también practicaban una forma de poligamia sin restricciones[2].

Los primeros cristianos inventaron ideas de que las mujeres estaban “llenas de pecado” y el hombre estaba en mejor situación si “nunca se casaba”. Dado que esto sería el fin de la humanidad si se pusiera en práctica, esta misma gente cedió y dijo “cásense con sólo una”.

Es frecuente que en la sociedad estadounidense, cuando las relaciones se ponen tensas, el marido simplemente abandone a la esposa. Entonces puede cohabitar con una prostituta o con otra mujer inmoral, sin pasar por el ritual de la legalización del matrimonio. Las mujeres en ocasiones se comportan de igual manera, abandonan a sus esposos y luego viven con un nuevo compañero en una relación inmoral. Más común, sin embargo, es la práctica de la inmoral “unión libre” premarital, para poder probar muchas parejas antes de decidirse a casarse con una.

Hoy día hay tres clases de poligamia practicada en las sociedades occidentales:

(1)  Poligamia serial, es decir, matrimonio, divorcio, matrimonio, divorcio, matrimonio, divorcio, y así sucesivamente muchas veces más.

(2)  Un hombre se casa con una mujer, pero tiene y mantiene a una o más amantes.

(3)  Un hombre soltero tiene varias amantes.

El Islam tolera pero desalienta la primera y prohíbe las otras dos.

Las guerras pueden provocar que el número de mujeres exceda por mucho al número de hombres. En una sociedad monógama estas mujeres, al quedarse sin marido o apoyo, llegan a recurrir a la prostitución, las relaciones ilegales con hombres casados, dando como resultado hijos ilegítimos por quienes no responde el padre, o viven una soltería o viudez solitaria.

Algunos hombres en Occidente toman la posición de que la monogamia protege los derechos de la mujer. ¿Pero estos hombres se preocupan en realidad por los derechos de la mujer? La sociedad tiene muchas prácticas que explotan y reprimen a las mujeres, y esto es lo que ha llevado a la formación de los movimientos de liberación femenina, desde las sufragistas de principios del siglo XX a las feministas de hoy, y que todavía llevan a estos movimientos a continuar sus campañas para obtener un trato igualitario en la sociedad, así como ante la ley.

La verdad del asunto es que la monogamia protege al hombre, permitiéndole “jugar por ahí” sin responsabilidad. El fácil control de la natalidad y los abortos legales accesibles han abierto la puerta para el sexo ilícito con mujeres, y ellas han sido atraídas por la llamada “revolución sexual”. Pero ellas siguen siendo las que sufren los traumas del aborto y los efectos colaterales de los métodos de planificación.

Haciendo a un lado las plagas de las enfermedades venéreas, herpes y SIDA, los hombres continúan disfrutando sin preocupaciones. Los hombres son los protegidos por la monogamia, mientras las mujeres siguen siendo víctimas de los deseos de los hombres. La poligamia es todo lo opuesto a la sociedad dominada por los hombres, ya que obliga a los hombres a encarar sus responsabilidades y su fidelidad. Ella los obliga a tomar responsabilidad por sus inclinaciones polígamas, y a proteger y mantener a las mujeres e hijos.

 


Footnotes:

[1] Para una lista detallada de figuras bíblicas que practicaron la poligamia, visite http://www.biblicalpolygamy.com.

[2] “Los únicos pueblos importantes de la antigüedad que mostraron poco o ningún rastro de ella (la poligamia) fueron los griegos y los romanos. Sin embargo, el concubinato, que puede ser considerado como una forma suprema de poligamia, o al menos como lo más parecido a la monogamia, fue reconocido por las costumbres e incluso por la ley de estas dos naciones”.  (Enciclopedia Católica: http://www.newadvent.org/cathen/09693a.htm)

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Entre todas las sociedades polígamas en la historia, ninguna limitó el número de esposas. Todas las relaciones eran ilimitadas. En el Islam, las regulaciones relativas a la poligamia limitan el número de esposas que un hombre puede tener, mientras lo hacen responsable de todas las mujeres involucradas.

“Si teméis no ser equitativos con [las dotes de] las huérfanas, entonces casaos con otras mujeres que os gusten: dos, tres o cuatro. Pero si teméis no ser justos, casaos con una sola… Esto [casarse con una sola mujer] es lo recomendable para evitar cometer alguna injusticia”. (Corán 4:3)

Este versículo del Corán le permite al hombre casarse con más de una mujer, pero sólo si es capaz de tratar con justicia a todas sus esposas.

“No lograréis ser justos con vuestras mujeres aunque así lo deseaseis. No os inclinéis demasiado [por una de ellas, dándole más tiempo o provisión] dejando a otra como abandonada (es decir, ni divorciada ni casada)”. (Corán 4:129)

El Profeta, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él, recibió inspiración divina sobre cómo manejar matrimonios múltiples y las dificultades que se presentan en ellos. No es una tarea fácil para un hombre manejar dos esposas, dos familias y dos hogares, y ser justo con ambos. Ningún hombre de inteligencia razonable entraría en esa situación sin una buena dosis de reflexión.

La base de toda relación matrimonial es la buena moral y la felicidad, creando una sociedad justa y cohesionada donde las necesidades de hombres y mujeres están bien atendidas. La sociedad occidental actual, que permite el sexo libre entre mayores de edad, ha dado lugar a gran cantidad de relaciones sexuales irresponsables, una abundancia de hijos “sin padre” y a muchas madres solteras adolescentes, todo lo cual se constituye en una carga para el sistema de bienestar social de cada país. En parte, es una carga tan indeseable, que ha llevado a inflados déficits presupuestarios a los que incluso un país poderoso como Estados Unidos no puede dar cabida. Estos déficits presupuestarios importantes han llevado a un juego político que está afectando el sistema político de los Estados Unidos.

En resumen, vemos que la monogamia creada artificialmente se ha convertido en un factor de la ruina de la estructura familiar y de los sistemas social, económico y político del país.

Tenía que ser un Profeta, y de hecho fue el Profeta Muhammad, quien dirigió a los musulmanes a casarse o a observar la paciencia hasta que consigan casarse. Abdullah Bin Mas’ud reportó que el Mensajero de Dios dijo:

“Hombres jóvenes, aquellos de ustedes que puedan mantener a una esposa deben casarse, ya que esto los previene de mirar a las mujeres extrañas y los preserva de la inmoralidad. Pero aquellos que no puedan, deben dedicarse al ayuno, ya que es una forma de suprimir el deseo sexual”. (Sahih Al Bujari, Sahih Muslim)

El Islam busca que la gente se case y desarrolle una buena estructura familiar. También se da cuenta de las exigencias de la sociedad y de los individuos, y que la poligamia puede ser la solución a muchos problemas. Por lo tanto, el Islam permite la poligamia, pero limita el número de esposas a cuatro.

En las sociedades musulmanas de nuestra época, la poligamia no se practica con frecuencia a pesar de que está legalmente permitida en muchos países. Parece que los hombres que no recurren a la poligamia limitada y responsable son, en contraste, polígamos en forma irregular, rehuyendo a las responsabilidades que tienen con las familias por las que deberían responder.

(En este artículo, la palabra “poligamia” ha sido utilizada para significar poliginia con dos o más esposas. El Islam prohíbe la poliandria, en la que la mujer tiene dos o más esposos.)