Piedad y maldad

Piedad y maldad

 

“¡Oh, humanos! Comed de lo bueno y lícito que hay en la Tierra y no sigáis los pasos de Satanás, porque él es para vosotros un enemigo manifiesto. Él os induce al pecado y la inmoralidad, y a que digáis de Dios lo que ignoráis”. (Corán 2:168-169)

Dios se dirige a toda la humanidad, a quienes tienen fe y a quienes no, a pensar acerca de algo que damos por sentado: la comida. Dios crea de todo en la Tierra: semillas, frutas, vegetales y carnes para el consumo humano; pero nos prohíbe unas pocas cosas que son perjudiciales. Algunos de los alimentos que Dios ha prohibido son la carne mortecina, la sangre y la carne del cerdo. Todo alimento es lícito ante la ley de Dios excepto aquellos que Él ha prohibido, lo que ha sido robado u obtenido transgrediendo las leyes de Dios. Los mejores alimentos para nosotros son los naturales y orgánicos, los alimentos sanos creados por Dios; pero cuando la gente comienza a alterar la cadena alimenticia, da origen a enfermedades nuevas y desconocidas. Necesitamos ser agradecidos por aquello con lo que Dios nos ha proveído.

Este versículo también indica que comer lo suficiente para vivir es un deber de todos los seres humanos ante Dios. Ir a los extremos como matarse de hambre para verse hermoso, por ejemplo, no está permitido.

Dios también ordena a la humanidad no seguir los pasos de Satanás, significando aquello que Satanás le ordena al hombre. En primer lugar, Satanás es real. En segundo lugar, el Islam nos informa todo lo importante que debemos saber acerca de Satanás, incluyendo cómo protegernos de él. ¿Qué es lo que ordena Satanás? La incredulidad, rechazar la fe en Dios, la injusticia, los pecados y comer lo que Dios ha prohibido. Dios nos recuerda que Satanás es un enemigo y, por lo tanto, los seres humanos debemos estar en guardia contra él. Dios, en Su misericordia, no se limitó a advertirnos contra seguir los pasos de Satanás, sino que también nos advirtió contra sus órdenes:

a)   Satanás ordena el mal. El mal incluye todo tipo de pecados.

b)   Satanás ordena el adulterio, la fornicación, beber alcohol, emborracharse y asesinar.

c)   La más grande orden de Satán es que digamos de Dios lo que no sabemos. La forma más grande en la que Satanás ha desviado a la gente es hacerle decir que Dios tiene un hijo, un igual, haciendo parecer a Dios como un anciano sentado en los cielos; hacer pensar que Dios castigará o perdonará a cada persona sin ningún conocimiento de Dios mismo, o decir que Dios permite o prohíbe algo sin ninguna base en el conocimiento de lo que Dios ha revelado. Acerca de Dios, Él ordenó la justicia y prohibió la inmoralidad y la maldad. Cada persona puede evaluar aquello que cree para asegurarse de que lo que están siguiendo es la guía de Dios, en vez de los impulsos de Satanás.